vie. Abr 26th, 2024

Explotó el verano y se viene una semana con temperaturas muy elevadas en la ciudad de Buenos Aires. Por tal motivo, desde el Ministerio de Salud Porteño recomiendan tomar los cuidados necesarios para prevenir el golpe de calor que puede afectar a personas de cualquier edad. Los grupos de mayor riesgo son los mayores de 65 años y los niños.

Si alguien sufre alguno de los siguientes síntomas: Dolor de cabeza; Convulsiones y pérdida de conciencia; Sensación de vértigo; Piel enrojecida, caliente y seca; Náuseas; Respiración y pulso débil; Confusión; Elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados); es importante trasladarlo a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo. Hacer que mantenga la cabeza un poco alta, e intentar refrescarlo mojándole la ropa y aplicándole hielo en la cabeza. Darle de beber agua fresca o un poco salada y solicitar ayuda médica. En caso de urgencia se debe llamar al 107 (SAME).

No existe un tratamiento farmacológico contra el Golpe de Calor, sólo hay que seguir las siguientes recomendaciones para prevenirlo y contrarrestarlo: Reducir la actividad física. Usar ropa holgada y de colores claros, sombreros y anteojos oscuros. Evitar comidas muy abundantes; ingerir verduras y frutas. Permanecer en espacios ventilados o acondicionados. Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas. Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada. No exponerse al sol en exceso entre las 11 y las 17 horas.

Existe la idea equivocada de que el bronceado es saludable. Sin embargo, la exposición solar, a través de las radiaciones ultravioletas (UV), puede producir graves daños en la piel. Algunas lesiones aparecen en forma inmediata, como las quemaduras y las ampollas; otras como el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas y hasta el cáncer de piel se pueden presentar a lo largo de los años, ya que los efectos nocivos de estas radiaciones se acumulan en el tiempo. Por lo dicho anteriormente, es importante usar protector solar FPS 15 como mínimo, incluso los días nublados, y aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol (los niños y bebés necesitan mayor protección). Para que la protección sea efectiva, el protector debe aplicarse cada dos horas y después de cada baño, ya que pese a que se presenten como resistentes al agua pierden sus propiedades. Exponerse en dosis pequeñas y frecuentes, broncea mejor que una exposición prolongada y aislada. Hay que recordar que las nubes dejan pasar el sol y que la arena, el agua y la nieve aumentan su acción. Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol directo y no deben utilizarse en ellos filtros solares.

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