jue. May 2nd, 2024

El estado de las veredas pone en peligro la integridad física de los peatones, cualquiera sea su condición. Mujeres embarazadas, personas con cochecitos de bebé, niños, personas con movilidad reducida y personas ciegas son los más perjudicados. En el caso de adultos mayores y personas en situación de discapacidad, además del riesgo de tener un accidente en la vía pública, la falta de accesibilidad dificulta el llevar una vida plena (estudiar, trabajar, acceder a servicios de salud, relacionarse socialmente). Las lesiones ocurridas por caídas en la vía pública pueden ser consideradas un problema epidemiológico. Fracturas de muñecas, tobillos y caderas, muchas veces requieren operaciones y varios meses de tratamiento de rehabilitación. Además de la limitación física que esto significa, el miedo a que se repita una caída repercute en la calidad de vida de manera negativa.

El 23 de marzo de este año, integrantes de la Fundación Rumbos y de la Comisión de Discapacidad del Consejo Consultivo Comuna 12 hicieron un relevamiento de las condiciones de accesibilidad en las cercanías del Hospital Pirovano. El objetivo de este relevamiento fue analizar las condiciones de accesibilidad en la vía pública teniendo en cuenta los itinerarios peatonales que realizan las personas que asisten a atenderse al Pirovano. Para ello se analizó el estado de veredas, vados (rampas de esquina), tapas de servicios, árboles, y se realizó un registro fotográfico y escrito de todo obstáculo para la movilidad y toda situación que genere un peligro para el peatón a lo largo del recorrido.

En dos horas de caminata alrededor del hospital registraron 49 situaciones que generan un peligro o un obstáculo para todas las personas, especialmente para aquellas con movilidad reducida. Fueron 24 los casos relacionados con baldosas flojas, hundidas, desniveladas, rotas o faltantes. En 2 casos el alisado de cemento estaba roto o con superficie irregular. En 8 casos el problema era causado por tapas de servicios hundidas, rotas o faltantes. Además se encontraron 10 vados con problemas de rotura, con la señalización háptica defectuosa, con hundimiento o desnivel. También observaron que los bolardos del vado frente a la entrada principal del hospital dificultaban el cruce de Av. Monroe y podían ocasionar tropiezos. El empedrado de los cruces peatonales de Roque Pérez y Rivera, y de Av. Melián y Rivera, producían muchas irregularidades. Se solicitó asfaltar la zona de cruce peatonal para garantizar una superficie continua y lisa. Sobre Roque Pérez se registró un árbol con ramas bajas con espinas, peligroso para los peatones, especialmente para personas ciegas o con baja visión. Se solicitó que vean la manera de levantar las ramas para facilitar la transitabilidad y no dañar el árbol. El cruce peatonal frente a la entrada del viaducto de Monroe estaba muy deteriorado. Había barras de hierro a la vista y un cordón de cemento suelto. El paso peatonal en el interior del viaducto estaba poco iluminado. La poca visibilidad de la superficie transitable puede producir tropiezos, especialmente de las personas con baja visión. En relación a la invasión de veredas, se encontraron motos mal estacionadas y equipamiento gastronómico sobre la línea de edificación, algo fuera de normativa. Se solicitó que se coloque un semáforo, en lo posible sonoro, en el cruce de Roque Pérez y Monroe (una esquina de gran circulación peatonal por la que doblan colectivos y autos).

Para más información pueden contactarse con la Fundación Rumbos al Email: fundacion.rumbos@gmail.com o con Comisión de Discapacidad del Consejo Consultivo Comuna 12 al Email: codiscom12@gmail.com.

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