El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar los valores que van a regir durante 12 meses. Este problema de la macroeconomía se traduce en valores muy altos de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler. En este marco, se observa un aumento en el porcentaje de ofertas expresadas en dólares, fundamentalmente a partir de febrero de 2022.
Según un informe realizado por el CESO (Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz), la mediana de los monoambientes ofertados en la ciudad de Buenos Aires es de $ 180.000. El Salario Mínimo Vital y Móvil, que en octubre es de $132.000, cubre el 73,3% de un alquiler. Esta relación, que había mejorado hacia mediados de 2022, bajó casi 20 puntos porcentuales con respecto al mismo mes de 2022. La mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de $ 230.000 y de los de tres ambientes de $ 300.000. En cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, etc.) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras). Los valores expresados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 10,9% del costo del precio de oferta de un alquiler.
El Índice para Contratos de Locación, que regula la actualización de los alquileres dentro de un contrato ya vigente, muestra un incremento interanual de 115,3% al primer día hábil de octubre. En ese mismo período, el dólar oficial subió 135,8%.